domingo, 20 de junio de 2010
Nietzsche y Lacan: Apolo y Narciso.
El estadio del espejo de Lacan bien puede ser leído bajo el código nietzscheano de la cultura apolínea, en tanto la imagen que de sí proyecta unificada el niño como reflejo sobre el espejo, es la base de un yo individual, similar al efecto que el mundo de los olímipicos tenía sobre los griegos, en tanto hacía soportable los horrores de la existencia mundana, bajo la apriencia de esa misma existencia perfeccionada por obra de los dioses imitados por el arte en los frisos de los templos, las esculturas, la poesía, etc. Todas ellas constituyen el universo del ideal de yo, cuyo efecto es ante todo de caracter estético. Lo contrario al mismo en el niño son estas tendencias hacia la fragmentación y desgarramiento de lo que Nietzsche llama el principio de individuación, donde el espanto y horror del mundo dionisíaco se hacen palpables.
lunes, 1 de marzo de 2010
La pulsión en los "Tres ensayos de teoría sexual" de S. Freud, 1905.
En el texto de 1905 titulado "Tres ensayos de teoría sexual", Freud agrega al clásico esquema reflejo de estímulo-respuesta la presencia de estímulos internos, que más tarde especificará en su trabajo "Pulsión, destinos de pulsión". El modelo pulsional del primer trabajo surge a propósito de la descripción de las zonas erógenas, en donde éstas recibirían su condición erógena del estímulo externo que se utiliza para cancelar la sensación de picazón que es proyectada por un sentimiento de tensión interno. Este sentimiento actúa como un estímulo interno (psíquico) que se desplaza sobre un sector del cuerpo como una sensación de picazón o cosquillas, que al ser cancelada por un estímulo externo produce placer o satisfacción, que al repetirse varias veces ofrece el caracter erógeno al sector afectado. Si bien es ciero existen zonas erógenas predestinadas como tal, también es cierto que existen sectores del cuerpo que sin estar predestinados a la erogenidad, pueden asumir tal condición por efecto de una determinada estimulación placentera. De ahí que el concepto de pulsión se ubique en el límite del soma y la psiquis.
sábado, 23 de enero de 2010
¿Qué es el Inconsciente?
En alemán: Das Unbewusste o unbewusst.
Inconsciente descriptivo: es el término utilizado para referirse al conjunto de contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia.
Inconsciente descriptivo: es el término utilizado para referirse al conjunto de contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia.
Inconsciente tópico: define uno de los sistemas referidos por Freud dentro del marco de su primera teoría del aparato psíquico; está constituido por contenidos reprimidos, a los que le ha sido rehusado el acceso al sistema preconsciente-consciente por la acción de la represión (represión originaria y represión con posterioridad). Las principales características del Inconsciente como sistema son:
- Sus contenidos son "representantes" de las pulsiones.
- Los contenidos se rigen por los mecanismos específicos del proceso primario, especialmente condensación y desplazamiento.
- Los contenidos están fuertemente catectizados por la energía pulsional, buscan retornar a la conciencia y a la acción (retorno de lo reprimido); pero sólo pueden encontrar acceso al sistema Prcc-Cs en la formación de compromiso, después de haber sido sometido a las desformaciones de la censura.
- Son especialmente los deseos infantiles los que experimentan una fijación en el inconsciente.
Las abreviaturas:
- Ics designa el inconsciente en su forma substantiva como sistema.
- ics designa el inconsciente en su forma adjetiva, en tanto califica, en sentido estricto, los contenidos del citado sistema.
La segunda tópica freudiana emplea la palabra inconsciente principalmente como adjetivo; en efecto, inconsciente no es ya lo propio de una instancia en particular, puesto que califica al ello y a una parte del yo y del superyó. No obstante, algunos alcances:
- Los caracteres atribuidos, en la primera tópica, al sistema Ics, se atribuyen, de un modo general, al ello en la segunda tópica.
- La diferencia entre el preconsciente y el inconsciente ya no se basa en una distinción intersistémica, pero persiste como una diferencia intrasistémica, dado que el yo y el superyó son en parte preconscientes y en parte inconscientes.
Diccionario de Psicoanálisis de Jean Lapanche y Jean-Bertrand Pontalis.
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